Peter Torito, EHS

Me llamo Peter y en las redes sociales se me conoce como Torito. Vivo en España y desde 2012 soy EHS.

​

Mi problema comenzó cuando instalé mi primer router Wi-Fi y un teléfono DECT en mi apartamento, que era bastante pequeño, un estudio, así que los tenía muy cerca de mí. Empecé a tener sequedad ocular, fotofobia al sol, insomnio, fatiga, dolores de cabeza, acúfenos, ganas de comer dulces, especialmente chocolate. Tuve que dejar el deporte, engordé y también perdí mi trabajo.

​

Me llevó 12 años de sufrimiento antes de descubrir la causa de mis problemas de salud: las ondas electromagnéticas. De hecho, lo descubrí por casualidad. Escuché una teoría de conspiración que afirmaba que las antenas 5G eran nuestras enemigas, así que compré un medidor SSP2 (Safe and Sound Pro2) para descubrir que la contaminación electromagnética dentro de mi apartamento era mil veces más alta que afuera. Venía de mi Wi-Fi, de mi teléfono móvil, del Bluetooth de mi ordenador y de todos los demás dispositivos inalámbricos que tenía.

​

Terminé apagándolo todo y, pronto, comencé a recuperar el sueño. Decidí blindar mi apartamento contra las ondas y, después de seis meses de trabajo, mi SSP2 estaba parpadeando en verde por toda mi casa.

​

Poco a poco, recuperé mi salud. Todos mis dolores y fatiga desaparecieron, duermo como un bebé, ya no tengo acidez ni reflujo gástrico, ni nerviosismo ni episodios gripales. De hecho, no he tosido en los últimos dos años.

​

Me he informado mucho sobre el EHS y las soluciones de blindaje que existen. Renuncié a todos los dispositivos inalámbricos, conecté mi ordenador con un cable Ethernet, instalé un teléfono fijo e hice el desvío de llamadas de mi teléfono móvil a este.

​

Blindé todas las paredes de mi apartamento y mi techo con pintura de grafito, arranqué todo el parquet para poner HNG80 (material de blindaje) debajo, instalé una malla metálica delante de todas mis ventanas, película anti-ondas en los cristales y cortinas Steel-Gray (tejido de blindaje) en el interior de las ventanas. Blindé todas las puertas con tela autoadhesiva HNS80.

​

Ya estaba muy bien en casa, pero tenía síntomas extraños cada vez que salía. Un día, me encontré con los videos de Anne Aster donde explica cómo protegerse en el exterior. Así que aprendí costura en YouTube y comencé a hacer mis trajes de Faraday, que me ayudaron a recuperar una vida casi normal. Ya no tengo que apresurarme al hacer las compras, ya no parezco un loco tratando de huir cuando la gente se me acerca con un teléfono móvil en la mano. Puedo explicarles tranquilamente el problema del EHS.

​

Los médicos de la Seguridad Social niegan la existencia del problema, pero muchas personas con EHS han ganado juicios contra la Seguridad Social y han obtenido el reconocimiento de su EHS, así como una pensión por discapacidad. Fui diagnosticado como EHS por un médico de renombre.

​

Sigo experimentando conmigo mismo e investigando el EHS. Está claro que es mejor protegerse completamente y no parcialmente. Me protejo al máximo posible y pruebo diferentes tejidos de blindaje; incluso cosí un traje con malla de acero inoxidable, pero los pantalones se desgastaron muy rápido.

​

Comparto este testimonio para que otras personas EHS tengan el valor de salir del escondite y llevar con orgullo ropa anti-ondas, como hacemos Anne y yo. No hay ninguna vergüenza en reconocer que uno está discapacitado por las ondas, y si la gente viera a alguien como yo con un traje de Faraday “ridículo” en cada esquina, tal vez por fin se tomarían medidas contra la contaminación electromagnética y las cosas empezarían a cambiar. Solo hay que superar el miedo a salirse de la "norma" y al rechazo de la gente. En realidad, soy aceptado en la sociedad, y el verdadero problema estaba en mi cabeza, ¡eso es todo!

​